Архитектура Аудит Военная наука Иностранные языки Медицина Металлургия Метрология Образование Политология Производство Психология Стандартизация Технологии |
Sun Tzu, El Arte de la GuerraСтр 1 из 12Следующая ⇒
Sun Tzu El Arte de la Guerra
Indice Introducciуn: Sun Tzu y el " Arte de la Guerra"
I N T R O D U C C I O N Sun Tzu, El Arte de la Guerra
La obra de Sun Tzu llegу por primera vez a Europa en el periodo anterior a la Revoluciуn Francesa, en forma de una breve traducciуn realizada por el sacerdote jesuita J. J. M. Amiot. En las diversas traducciones que se han hecho desde entonces, se nombra ocasionalmente al autor como Sun Wu o Sun Tzi
C A P I T U L O I Sobre la evaluaciуn
El primero de estos factores es la doctrina; el segundo, el tiempo; el tercero, el terreno; el cuarto, el mando; y el quinto, la disciplina.
El tiempo significa el Ying y el Yang, la noche y el dнa, el frнo y el calor, dнas despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones. El terreno implica las distancias, y hace referencia a dуnde es fбcil o difнcil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia. El mando ha de tener como cualidades: sabidurнa, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina. Por ъltimo, la disciplina ha de ser comprendida como la organizaciуn del ejйrcito, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulaciуn de las rutas de suministros, y la provisiуn de material militar al ejйrcito.
їQuй dirigente es mбs sabio y capaz? їQuй comandante posee el mayor talento? їQuй ejйrcito obtiene ventajas de la naturaleza y el terreno? їEn quй ejйrcito se observan mejor las regulaciones y las instrucciones? їQuй tropas son mбs fuertes? їQuй ejйrcito tiene oficiales y tropas mejor entrenadas? їQuй ejйrcito administra recompensas y castigos de forma mбs justa? Mediante el estudio de estos siete factores, serй capaz de adivinar cual de los dos bandos saldrб victorioso y cual serб derrotado. El general que siga mi consejo, es seguro que vencerб. Ese general ha de ser mantenido al mando. Aquel que ignore mi consejo, ciertamente serб derrotado. Ese debe ser destituido. Tras prestar atenciуn a mi consejo y planes, el general debe crear una situaciуn que contribuya a su cumplimiento. Por situaciуn quiero decir que debe tomar en consideraciуn la situaciуn del campo, y actuar de acuerdo con lo que le es ventajoso. El arte de la guerra se basa en el engaсo. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si estб cerca del enemigo, ha de hacerle creer que estб lejos; si estб lejos, aparentar que se estб cerca. Poner cebos para atraer al enemigo. Golpear al enemigo cuando estб desordenado. Prepararse contra йl cuando estб seguro en todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es mбs fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colйrico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su egoнsmo. Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una reorganizaciуn, intenta desordenarlas. Si estбn unidas, siembra la disensiуn entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no estб preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega.
C A P I T U L O II
C A P I T U L O III La victoria completa se produce cuando el ejйrcito no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucciуn no se prolonga durante mucho tiempo, y en cada caso el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia. Asн pues, la regla de la utilizaciуn de la fuerza es la siguiente: si tus fuerzas son diez veces superiores a las del adversario, rodйalo; si son cinco veces superiores, atбcalo; si son dos veces superiores, divнdelo. Si tus fuerzas son iguales en nъmero, lucha si te es posible. Si tus fuerzas son inferiores, mantйnte continuamente en guardia, pues el mбs pequeсo fallo te acarrearнa las peores consecuencias. Trata de mantenerte al abrigo y evita en lo posible un enfrentamiento abierto con йl; la prudencia y la firmeza de un pequeсo nъmero de personas pueden llegar a cansar y a dominar incluso a numerosos ejйrcitos. Este consejo se aplica en los casos en que todos los factores son equivalentes. Si tus fuerzas estбn en orden mientras que las suyas estбn inmersas en el caos, si tъ y tus fuerzas estбn con бnimo y ellos desmoralizados, entonces, aunque sean mбs numerosos, puedes entrar en batalla. Si tus soldados, tus fuerzas, tu estrategia y tu valor son menores que las de tu adversario, entonces debes retirarte y buscar una salida. En consecuencia, si el bando mбs pequeсo es obstinado, cae prisionero del bando mбs grande. Esto quiere decir que si un pequeсo ejйrcito no hace una valoraciуn adecuada de su poder y se atreve a enemistarse con una gran potencia, por mucho que su defensa sea firme, inevitablemente se convertirб en conquistado. " Si no puedes ser fuerte, pero tampoco sabes ser dйbil, serбs derrotado." Los generales son servidores del Pueblo. Cuando su servicio es completo, el Pueblo es fuerte. Cuando su servicio es defectuoso, el Pueblo es dйbil. Asн pues, existen tres maneras en las que un Prнncipe lleva al ejйrcito al desastre. Cuando un Prнncipe, ignorando los hechos, ordena avanzar a sus ejйrcitos o retirarse cuando no deben hacerlo; a esto se le llama inmovilizar al ejйrcito. Cuando un Prнncipe ignora los asuntos militares, pero comparte en pie de igualdad el mando del ejйrcito, los soldados acaban confusos. Cuando el Prнncipe ignora cуmo llevar a cabo las maniobras militares, pero comparte por igual su direcciуn, los soldados estбn vacilantes. Una vez que los ejйrcitos estбn confusos y vacilantes, empiezan los problemas procedentes de los adversarios. A esto se le llama perder la victoria por trastornar el aspecto militar. Si intentas utilizar los mйtodos de un gobierno civil para dirigir una operaciуn militar, la operaciуn serб confusa. Triunfan aquellos que: Saben cuбndo luchar y cuбndo no Saben discernir cuбndo utilizar muchas o pocas tropas. Tienen tropas cuyos rangos superiores e inferiores tienen el mismo objetivo. Se enfrentan con preparativos a enemigos desprevenidos. Tienen generales competentes y no limitados por sus gobiernos civiles. Estas cinco son las maneras de conocer al futuro vencedor. Hablar de que el Prнncipe sea el que da las уrdenes en todo es como el General solicitarle permiso al Prнncipe para poder apagar un fuego: para cuando sea autorizado, ya no quedan sino cenizas. Si conoces a los demбs y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrбs peligro; si no conoces a los demбs, pero te conoces a ti mismo, perderбs una batalla y ganarбs otra; si no conoces a los demбs ni te conoces a ti mismo, correrбs peligro en cada batalla.
C A P I T U L O IV C A P I T U L O V Sobre la firmeza
Gobernar sobre muchas personas como si fueran poco es una cuestiуn de dividirlas en grupos o sectores: es organizaciуn. Batallar contra un gran nъmero de tropas como si fueran pocas es una cuestiуn de demostrar la fuerza, sнmbolos y seсales. Se refiere a lograr una percepciуn de fuerza y poder en la oposiciуn. En el campo de batalla se refiere a las formaciones y banderas utilizadas para desplegar las tropas y coordinar sus movimientos. Lograr que el ejйrcito sea capaz de combatir contra el adversario sin ser derrotado es una cuestiуn de emplear mйtodos ortodoxos o heterodoxos. La ortodoxia y la heterodoxia no es algo fijo, sino que se utilizan como un ciclo. Un emperador que fue un famoso guerrero y administrador, hablaba de manipular las percepciones de los adversarios sobre lo que es ortodoxo y heterodoxo, y despuйs atacar inesperadamente, combinando ambos mйtodos hasta convertirlo en uno, volviйndose asн indefinible para el enemigo. Que el efecto de las fuerzas sea como el de piedras arrojadas sobre huevos, es una cuestiуn de lleno y vacнo. Cuando induces a los adversarios a atacarte en tu territorio, su fuerza siempre estб vacнa (en desventaja); mientras que no compitas en lo que son los mejores, tu fuerza siempre estarб llena. Atacar con lo vacнo contra lo lleno es como arrojar piedras sobre huevos: de seguro se rompen. Cuando se entabla una batalla de manera directa, la victoria se gana por sorpresa. El ataque directo es ortodoxo. El ataque indirecto es heterodoxo. Sуlo hay dos clases de ataques en la batalla: el extraordinario por sorpresa y el directo ordinario, pero sus variantes son innumerables. Lo ortodoxo y lo heterodoxo se originan recнprocamente, como un cнrculo sin comienzo ni fin; їquiйn podrнa agotarlos? Cuando la velocidad del agua que fluye alcanza el punto en el que puede mover las piedras, йsta es la fuerza directa. Cuando la velocidad y maniobrabilidad del halcуn es tal que puede atacar y matar, esto es precisiуn. Lo mismo ocurre con los guerreros expertos: su fuerza es rбpida, su precisiуn certera. Su fuerza es como disparar una catapulta, su precisiуn es dar en el objetivo previsto y causar el efecto esperado. El desorden llega del orden, la cobardнa surge del valor, la debilidad brota de la fuerza. Si quieres fingir desorden para convencer a tus adversarios y distraerlos, primero tienes que organizar el orden, porque sуlo entonces puedes crear un desorden artificial. Si quieres fingir cobardнa para conocer la estrategia de los adversarios, primero tienes que ser extremadamente valiente, porque sуlo entonces puedes actuar como tнmido de manera artificial. Si quieres fingir debilidad para inducir la arrogancia en tus enemigos, primero has de ser extremadamente fuerte porque sуlo entonces puedes pretender ser dйbil. El orden y el desorden son una cuestiуn de organizaciуn; la cobardнa es una cuestiуn valentнa y la de нmpetu; la fuerza y la debilidad son una cuestiуn de la formaciуn en la batalla. Cuando un ejйrcito tiene la fuerza del нmpetu (percepciуn), incluso el tнmido se vuelve valiente, cuando pierde la fuerza del нmpetu, incluso el valiente se convierte en tнmido. Nada estб fijado en las leyes de la guerra: йstas se desarrollan sobre la base del нmpetu. Con astucia se puede anticipar y lograr que los adversarios se convenzan a sн mismos cуmo proceder y moverse; les ayuda a caminar por el camino que les traza. Hace moverse a los enemigos con la perspectiva del triunfo, para que caigan en la emboscada. Los buenos guerreros buscan la efectividad en la batalla a partir de la fuerza del нmpetu (percepciуn) y no dependen sуlo de la fuerza de sus soldados. Son capaces de escoger a la mejor gente, desplegarlos adecuadamente y dejar que la fuerza del нmpetu logre sus objetivos. Cuando hay entusiasmo, convicciуn, orden, organizaciуn, recursos, compromiso de los soldados, tienes la fuerza del нmpetu, y el tнmido es valeroso. Asн es posible asignar a los soldados por sus capacidades, habilidades y encomendarle deberes y responsabilidades adecuadas. El valiente puede luchar, el cuidadoso puede hacer de centinela, y el inteligente puede estudiar, analizar y comunicar. Cada cual es ъtil. Hacer que los soldados luchen permitiendo que la fuerza del нmpetu haga su trabajo es como hacer rodar rocas. Las rocas permanecen inmуviles cuando estбn en un lugar plano, pero ruedan en un plano inclinado; se quedan fijas cuando son cuadradas, pero giran si son redondas. Por lo tanto, cuando se conduce a los hombres a la batalla con astucia, el impulso es como rocas redondas que se precipitan montaсa abajo: йsta es la fuerza que produce la victoria.
C A P I T U L O VI Sobre lo lleno y lo vacнo
C A P I T U L O VII Sobre los nueve cambios
El General no debe levantar su campamento en un terreno difнcil. Deja que se establezcan relaciones diplomбticas en las fronteras. No permanezcas en un territorio бrido ni aislado. Cuando te halles en un terreno cerrado, prepara alguna estrategia y muйvete. Cuando te halles en un terreno mortal, lucha. Terreno cerrado significa que existen lugares escarpados que te rodean por todas partes, de manera que el enemigo tiene movilidad, que puede llegar e irse con libertad, pero a ti te es difнcil salir y volver. Cada ruta debe ser estudiada para que sea la mejor. Hay rutas que no debes usar, ejйrcitos que no han de ser atacados, ciudades que no deben ser rodeadas, terrenos sobre los que no se debe combatir, y уrdenes de gobernantes civiles que no deben ser obedecidas. En consecuencia, los generales que conocen las variables posibles para aprovecharse del terreno sabe cуmo manejar las fuerzas armadas. Si los generales no saben cуmo adaptarse de manera ventajosa, aunque conozcan la condiciуn del terreno, no pueden aprovecharse de йl. Si estбn al mando de ejйrcitos, pero ignoran las artes de la total adaptabilidad, aunque conozcan el objetivo a lograr, no pueden hacer que los soldados luchen por йl. Si eres capaz de ajustar la campaсa cambiar conforme al нmpetu de las fuerzas, entonces la ventaja no cambia, y los ъnicos que son perjudicados son los enemigos. Por esta razуn, no existe una estructura permanente. Si puedes comprender totalmente este principio, puedes hacer que los soldados actъen en la mejor forma posible. Por lo tanto, las consideraciones de la persona inteligente siempre incluyen el analizar objetivamente el beneficio y el daсo. Cuando considera el beneficio, su acciуn se expande; cuando considera el daсo, sus problemas pueden resolverse. El beneficio y el daсo son interdependientes, y los sabios los tienen en cuenta. Por ello, lo que retiene a los adversarios es el daсo, lo que les mantiene ocupados es la acciуn, y lo que les motiva es el beneficio. Cansa a los enemigos manteniйndolos ocupados y no dejбndoles respirar. Pero antes de lograrlo, tienes que realizar previamente tu propia labor. Esa labor consiste en desarrollar un ejйrcito fuerte, un pueblo prуspero, una sociedad armoniosa y una manera ordenada de vivir. Asн pues, la norma general de las operaciones militares consiste en no contar con que el enemigo no acuda, sino confiar en tener los medios de enfrentarte a йl; no contar con que el adversario no ataque, sino confiar en poseer lo que no puede ser atacado. Si puedes recordar siempre el peligro cuando estбs a salvo y el caos en tiempos de orden, permanece atento al peligro y al caos mientras no tengan todavнa forma, y evнtalos antes de que se presenten; йsta es la mejor estrategia de todas. Por esto, existen cinco rasgos que son peligrosos en los generales. Los que estбn dispuestos a morir, pueden perder la vida; los que quieren preservar la vida, pueden ser hechos prisioneros; los que son dados a los apasionamientos irracionales, pueden ser ridiculizados; los que son muy puritanos, pueden ser deshonrados; los que son compasivos, pueden ser turbados. Si te presentas en un lugar que con toda seguridad los enemigos se precipitarбn a defender, las personas compasivas se apresurarбn invariablemente a rescatar a sus habitantes, causбndose a sн mismos problemas y cansancio. Estos son cinco rasgos que constituyen defectos en los generales y que son desastrosos para las operaciones militares. Los buenos generales son de otra manera: se comprometen hasta la muerte, pero no se aferran a la esperanza de sobrevivir; actъan de acuerdo con los acontecimientos, en forma racional y realista, sin dejarse llevar por las emociones ni estar sujetos a quedar confundidos. Cuando ven una buena oportunidad, son como tigres, en caso contrario cierran sus puertas. Su acciуn y su no acciуn son cuestiones de estrategia, y no pueden ser complacidos ni enfadados. C A P I T U L O IX Si los emisarios del enemigo pronuncian palabras humildes mientras que йste incrementa sus preparativos de guerra, esto quiere decir que va a avanzar. Cuando se pronuncian palabras altisonantes y se avanza ostentosamente, es seсal de que el enemigo se va a retirar. Si sus emisarios vienen con palabras humildes, envнa espнas para observar al enemigo y comprobarбs que estб aumentando sus preparativos de guerra. Cuando los carros ligeros salen en primer lugar y se sitъan en los flancos, estбn estableciendo un frente de batalla. Si los emisarios llegan pidiendo la paz sin firmar un tratado, significa que estбn tramando algъn complot. Si el enemigo dispone rбpidamente a sus carros en filas de combate, es que estб esperando refuerzos. No se precipitarбn para un encuentro ordinario si no entienden que les ayudarб, o debe haber una fuerza que se halla a distancia y que es esperada en un determinado momento para unir sus tropas y atacarte. Conviene anticipar, prepararse inmediatamente para esta eventualidad. Si la mitad de sus tropas avanza y la otra mitad retrocede, es que el enemigo piensa atraerte a una trampa. El enemigo estб fingiendo en este caso confusiуn y desorden para incitarte a que avances. Si los soldados enemigos se apoyan unos en otros, es que estбn hambrientos. Si los aguadores beben en primer lugar, es que las tropas estбn sedientas. Si el enemigo ve una ventaja pero no la aprovecha, es que estб cansado. Si los pбjaros se reъnen en el campo enemigo, es que el lugar estб vacнo. Si hay pбjaros sobrevolando una ciudad, el ejйrcito ha huido. Si se producen llamadas nocturnas, es que los soldados enemigos estбn atemorizados. Tienen miedo y estбn inquietos, y por eso se llaman unos a otros. Si el ejйrcito no tiene disciplina, esto quiere decir que el general no es tomado en serio. Si los estandartes se mueven, es que estб sumido en la confusiуn. Las seсales se utilizan para unificar el grupo; asн pues, si se desplaza de acб para allб sin orden ni concierto, significa que sus filas estбn confusas. Si sus emisarios muestran irritaciуn, significa que estбn cansados. Si matan sus caballos para obtener carne, es que los soldados carecen de alimentos; cuando no tienen marmitas y no vuelven a su campamento, son enemigos completamente desesperados. Si se producen murmuraciones, faltas de disciplina y los soldados hablan mucho entre sн, quiere decir que se ha perdido la lealtad de la tropa. Las murmuraciones describen la expresiуn de los verdaderos sentimientos; las faltas de disciplina indican problemas con los superiores. Cuando el mando ha perdido la lealtad de las tropas, los soldados se hablan con franqueza entre sн sobre los problemas con sus superiores. Si se otorgan numerosas recompensas, es que el enemigo se halla en un callejуn sin salida; cuando se ordenan demasiados castigos, es que el enemigo estб desesperado. Cuando la fuerza de su нmpetu estб agotada, otorgan constantes recompensas para tener contentos a los soldados, para evitar que se rebelen en masa. Cuando los soldados estбn tan agotados que no pueden cumplir las уrdenes, son castigados una y otra vez para restablecer la autoridad. Ser violento al principio y terminar despuйs temiendo a los propios soldados es el colmo de la ineptitud. Los emisarios que acuden con actitud conciliatoria indican que el enemigo quiere una tregua. Si las tropas enemigas se enfrentan a ti con ardor, pero demoran el momento de entrar en combate sin abandonar no obstante el terreno, has de observarlos cuidadosamente. Estбn preparando un ataque por sorpresa. En asuntos militares, no es necesariamente mбs beneficioso ser superior en fuerzas, sуlo evitar actuar con violencia innecesaria; es suficiente con consolidar tu poder, hacer estimaciones sobre el enemigo y conseguir reunir tropas; eso es todo. Cuando las уrdenes se dan de manera clara, sencilla y consecuente a las tropas, йstas las aceptan. Cuando las уrdenes son confusas, contradictorias y cambiantes las tropas no las aceptan o no las entienden. C A P I T U L O X
Sobre la topologнa
En terreno accidentado, si eres el primero en llegar, debes ocupar sus puntos altos y soleados y esperar al adversario. Si йste los ha ocupado antes, retнrate y no lo persigas. En un terreno abierto, la fuerza del нmpetu se encuentra igualada, y es difнcil provocarle a combatir de manera desventajosa para йl. Entender estas seis clases de terreno es la responsabilidad principal del general, y es imprescindible considerarlos. Йstas son las configuraciones del terreno; los generales que las ignoran salen derrotados. Asн pues, entre las tropas estбn las que huyen, la que se retraen, las que se derrumban, las que se rebelan y las que son derrotadas. Ninguna de estas circunstancias constituyen desastres naturales, sino que son debidas a los errores de los generales. Las tropas que tienen el mismo нmpetu, pero que atacan en proporciуn de uno contra diez, salen derrotadas. Los que tienen tropas fuertes pero cuyos oficiales son dйbiles, quedan retraнdos. Los que tienen soldados dйbiles al mando de oficiales fuertes, se verбn en apuros. Cuando los oficiales superiores estбn encolerizados y son violentos, y se enfrentan al enemigo por su cuenta y por despecho, y cuando los generales ignoran sus capacidades, el ejйrcito se desmoronarб. Como norma general, para poder vencer al enemigo, todo el mando militar debe tener una sola intenciуn y todas las fuerzas militares deben cooperar. Cuando los generales son dйbiles y carecen de autoridad, cuando las уrdenes no son claras, cuando oficiales y soldados no tienen solidez y las formaciones son anбrquicas, se produce revuelta. Los generales que son derrotados son aquellos que son incapaces de calibrar a los adversarios, entran en combate con fuerzas superiores en nъmero o mejor equipadas, y no seleccionan a sus tropas segъn los niveles de preparaciуn de las mismas. Si empleas soldados sin seleccionar a los preparados de los no preparados, a los arrojados y a los timoratos, te estбs buscando tu propia derrota. Estas son las seis maneras de ser derrotado. La comprensiуn de estas situaciones es la responsabilidad suprema de los generales y deben ser consideradas. La primera es no calibrar el nъmero de fuerzas; la segunda, la ausencia de un sistema claro de recompensas y castigos; la tercera, la insuficiencia de entrenamiento; la cuarta es la pasiуn irracional; la quinta es la ineficacia de la ley del orden; y la sexta es el fallo de no seleccionar a los soldados fuertes y resueltos. La configuraciуn del terreno puede ser un apoyo para el ejйrcito; para los jefes militares, el curso de la acciуn adecuada es calibrar al adversario para asegurar la victoria y calcular los riesgos y las distancias. Salen vencedores los que libran batallas conociendo estos elementos; salen derrotados los que luchan ignorбndolos. Por lo tanto, cuando las leyes de la guerra seсalan una victoria segura es claramente apropiado entablar batalla, incluso si el gobierno ha dada уrdenes de no atacar. Si las leyes de la guerra no indican una victoria segura, es adecuado no entrar en batalla, aunque el gobierno haya dada la orden de atacar. De este modo se avanza sin pretender la gloria, se ordena la retirada sin evitar la responsabilidad, con el ъnico propуsito de proteger a la poblaciуn y en beneficio tambiйn del gobierno; asн se rinde un servicio valioso a la naciуn. Avanzar y retirarse en contra de las уrdenes del gobierno no se hace por interйs personal, sino para salvaguardar las vidas de la poblaciуn y en autйntico beneficio del gobierno. Servidores de esta talla son muy ъtiles para un pueblo. Mira por tus soldados como miras por un reciйn nacido; asн estarбn dispuestos a seguirte hasta los valles mбs profundos; cuida de tus soldados como cuidas de tus queridos hijos, y morirбn gustosamente contigo. Pero si eres tan amable con ellos que no los puedes utilizar, si eres tan indulgente que no les puedes dar уrdenes, tan informal que no puedes disciplinarlos, tus soldados serбn como niсos mimados y, por lo tanto, inservibles. Las recompensas no deben utilizarse solas, ni debe confiarse solamente en los castigos. En caso contrario, las tropas, como niсos mimosos, se acostumbran a disfrutar o a quedar resentidas por todo. Esto es daсino y los vuelve inservibles. Si sabes que tus soldados son capaces de atacar, pero ignoras si el enemigo es invulnerable a un ataque, tienes sуlo la mitad de posibilidades de ganar. Si sabes que tu enemigo es vulnerable a un ataque, pero ignoras si tus soldados son capaces de atacar, sуlo tienes la mitad de posibilidades de ganar. Si sabes que el enemigo es vulnerable a un ataque, y tus soldados pueden llevarlo a cabo, pero ignoras si la condiciуn del terreno es favorable para la batalla, tienes la mitad de probabilidades de vencer. Por lo tanto, los que conocen las artes marciales no pierden el tiempo cuando efectъan sus movimientos, ni se agotan cuando atacan. Debido a esto se dice que cuando te conoces a ti mismo y conoces a los demбs, la victoria no es un peligro; cuando conoces el cielo y la tierra, la victoria es inagotable.
C A P I T U L O XI
C A P I T U L O XII
C A P I T U L O XIII
FIN Sun Tzu El Arte de la Guerra
Indice Introducciуn: Sun Tzu y el " Arte de la Guerra"
I N T R O D U C C I O N Sun Tzu, El Arte de la Guerra
La obra de Sun Tzu llegу por primera vez a Europa en el periodo anterior a la Revoluciуn Francesa, en forma de una breve traducciуn realizada por el sacerdote jesuita J. J. M. Amiot. En las diversas traducciones que se han hecho desde entonces, se nombra ocasionalmente al autor como Sun Wu o Sun Tzi
|
Последнее изменение этой страницы: 2019-06-19; Просмотров: 208; Нарушение авторского права страницы